Cierra los ojos.

Parece que una vez más el mundo es demasiado grande para algo tan pequeño como nosotros (como yo)

Porque nos hacemos fuertes con las cosas que suceden pero parece que nunca es suficiente,

que sentimos con miedo a que nos hagan daño,

 y hacemos daño con la excusa de que ya nos lo hicieron a nosotros, 

parece de chiste o de niños pequeños, no volver a confiar porque lo que quisimos una vez, salió torcido. Aún así tratamos de volver a querer sin que se note que estamos dolidos, que lo que diste una vez, no podrás volver a dar, por el simple hecho de que perdonamos pero no olvidamos. 

O por lo menos yo. 

No olvido lo que tuve, que sí se acabo fue por la culpa de los dos, mientras tanto tú me hacías creer que no, porque mientras otros hablan de amor, yo hablo de olvidarte (ya está casi listo, no te preocupes), 

y si te soy sincera, duele más pensar que te he olvidado a pensar que te quiero.

 Y paso por nuestro lado, todavía huele a ti, que nuestras tonterías estén grabadas ahí, a la vez que están borradas, que en nuestro sitio del restaurante halla otra pareja (nosotros eramos más bonitos) riéndose como lo hacíamos, como si diese igual quien estuviese al lado, delante o detrás, estaba contigo.

Hoy puedo hablar de ello sin que duela, porque fue bonito. Pero ya solo queda eso, 'fue'. 

Ahora cierro los ojos, parece que el mundo es un poco menos malo sin que existas, me digo a mi misma (te lo puedes decir a ti también) puedo con todo, contigo o sin ti, sigo siendo la misma. 

Quizás el mundo es demasiado grande para vivirlo solo, 

pero no hace falta buscar el amor en una persona

habiendo millones de ellas por todas partes.