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Déjame-Quédate.

Y si te vas, abre la puerta.
Abre la puerta para que se vayan contigo todos los recuerdos
(los buenos ratos y las malas noticias)
Déjame sola, déjame los recuerdos que no duelan
déjame tus salidas y entradas a ninguna parte,
déjame que tenga miedo sin necesidad de tenerte,
déjame que me sostenga sola, ya no te quiero,
déjame también de que me autoconvezca de ello.
Como ese día gris, en el que solamente ayuda que te quedes,
pero cambiándolo todo, necesito que te vayas.
Y es que duele tanto que no quiero,
no quiero que me digas que podemos serlo todo,
esta claro que no somos nada.
No quiero que me mires de esa manera,
cuando no puedo besarte después.
Y después de esto, cierra la puerta,
no quiero que llegue nadie más que me duela igual o más que tú.
Cierra la puerta que hace frío,
y no tengo nadie quien me abrace.
Hay demasiado sitio en la cama, en la cocina,
en el ascensor de nuestro piso,
en el baño, vuelvo a estar sin ti.
Y es que estos lugares duelen más contigo,
(sin tener nada) que sin ti.

Y si te quedas, cierra la puerta.
Cierra la puerta para que no te vayas, ni se vayan contigo
todo lo que nos queda por vivir.
Quédate con nuestras sonrisas,
quédate con mis tonterías y tu suerte.
O con mi suerte y tu manera de encontrarme.
Quédate con ese momento en el que quise quererte tanto,
quédate con mis maneras de estropearlo todo,
quédate conmigo,
quédate con las mejores fotos de nosotros,
esas que no hacen falta fotografiarlas,
porque son solo nuestras.
Quédate con mi manera de hacerte el amor,
con la manera de llegar al orgasmo,
quédate y párate, más despacio.
Necesito sentirte dentro y lento.
Abre la puerta, que hace calor
y tengo a alguien que me quita el aire.
El sitio es perfecto en la cama, en la cocina,
en el ascensor de nuestro piso,
en el baño, vuelvo a estar contigo.
Y estos lugares están hechos a nuestra medida,
de ti, de mi, de mi contigo, de contigo en mi.

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